Siempre veo como única salida, correr, gritar, decir todo lo que pienso y así me he ganado grandes enemigos.
Siempre me he caracterizado por ser fría, caprichosa, gritona y muy callada cuando sólo quiero observar el mundo.
Pero pasa el día y no me doy el espacio de sentarme a analizar lo que pasa dentro de esa caja roja que todos le dan el carácter de "sentiente" y aunque no quiera, el dolor se nota, la carga de la mochila, curva mi espalda, me cansa más de lo normal, me marca las ojeras.
Puedo dormir más de 3 días completos y mi cara seguirá igual.
Todo esto me gustaría que cambie, pero quizas ser de esta maldita forma, hace pensar a la gente que pueden depositar todo en mi, en creer que el corazón no me duele, que no pienso y que esos pensamientos rumiantes hacen que mi vida sea un poco distante de la realidad que todos viven.
Quiero desaparecer, desintoxicarme, lavar mis recuerdos y vivir...
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