13 de febrero de 2011

Hoy.


Son las 1: 40 a.m y el sueño se quedo en mis intenciones.
Tomé el último mate y me siento lista para poder comenzar otro día.
Hace mucho no escribo(digamos algo que tenga un sentido más allá de la opinión personal) y tengo ganas, pero siempre mantengo la idea de que los días grises te envuelven en esa aura tan especial del poder botar las emociones y transformarlas en palabras.
No quiero hablar de mi vida, ni menos de mi felicidad(sea o no).
Yo diría un hasta pronto, no es coincidencia que desde octubre que no escriba nada...
Esto de la psicología cuando se te empieza a enterrar en las venas y la empiezas a amar como nunca antes es algo que ningún estudiante de primer año tiene y que sólo algunos logran luego de pasar 3° año.
Yo hoy me comprometo a sustentar las vida caidas, las eternas noches de llanto, los suspiros incomprensibles, la risa sin control y un poco de nostalgia acuosa... de todo eso y más prometo llevarlo a lo más alto de una nube y bajarlo cuando logre encontrar ese tesoro que cada uno lleva oculto dentro de si.

Prometo que no seré la que recibe histérías en un dibán, aunque este presa de lectura no seré por aquellas que botan el dinero para poder tener amigos, no seré una amiga comprada, tengo pocas, pero buenas y no necesito más.

Yo se y puedo comprender desde el último rincón de mis intestinos gran parte de todo ese malestar que uno siente dentro de la cabeza... no estoy para dar consejos para eso hay charlatanes!.

No tengo la mirada más dulce, mi nariz y mis ojos hacen de mi una mujer con seño duro( y la vida también ha colaborado) no es una coraza... es la piedra que no ha sido pulida, pero que aún creyendo que éste mundo es cada vez mas superficial, intenta seguir detallando ese rostro que con la risa dice todo.

Yo prometo seguir caminando, con paso firme, con mi felicidad al lado, con mis sueños dentro de mis calcetines y con el alma así, como soy y como hoy no me arrepiento de serlo; más honrrada de lo que preferiría y mas sana mi propia mente cuando odia y expulsa todo ese afán de justicia que me ha llevado a tener muchos enemigos.


Yo prometo ( pongo mi alma y tiempo) y no por eso estoy mintiendo.


yo no creo que las palabras se las lleve el viento...