Hace mucho no sentía tocar el suelo con tanta fuerza.
Hace un tiempo pensaba que para escribir aquí necesitaba tener tinta de angustia, de sentimientos de esos que vienen desde que tengo recuerdo.
Hoy se vuelven, como una ola que te revuelve todo, con fuerza, repentino.
Es que he cometido tantos errores en la vida. Las piedras permiten avanzar...
Testaruda como siempre, seguí sin mirar atrás, decidida como nunca...
los idilios no son lo mío, uno mismo se traiciona, te pierdes en las voluntades
¿Qué es amar y que es aceptar algo que no debes?
mi cabeza a ratos va a explotar.
Quisiera mover solo botón y extinguir la existencia. A ratos ya no tiene sentido respirar.
Si que hay vida para continuar, pero esta vez la angustia me absorbe me completa.
Nada sabe tan amargo como cuando sabes que nada mas es culpa tuya, que las decisiones a veces no son las correctas.
Duele caer fuerte contra el suelo.
Ser un sin sentido para mi misma, no lograr encontrar jamás la pieza que falta...
siempre falla, pues porque yo me fallo a mi misma.
Esa constante sensación de vivir por inercia o bien, vivir intencionando que alguien pueda ver lo que tu vez, que lo adelantas y nadie cree.
Nada de esto es fácil, al contrario.
Ahora creo que a pesar de pasarse un poco mas rápido, las escenas de la muerte tienen mas espacio.
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