15 de junio de 2016

es el único desafió que me tumba.

Siempre he creído en ese cliché "el que quiere, puede", pues siempre estoy atenta a vivir, continuar, crecer.
Van 5 años de trabajo, de vivir en el cuestionamiento constante del día a día. No me quedo quieta jamas, porque la pasividad estuvo mucho tiempo dentro de mi vida-quizás como en todos- en ese sombrío periodo donde vives como te dicen que debes hacerlo.
Sali a los 17 años de la comodidad, quizás a tiempo, quizás tarde...
Vivi la vida como quise, siempre me las arregle para una que otra travesura, una que otro salto de la norma. De los 15 a los 20 vivi lo que quise vivir. Experimentar en la ley de la selva, en la selección natural, la ley del mas fuerte.
Si hubo de momentos sombríos, los guardo en el ultimo espacio de este corazón blindado, que vivió de mucho; por compañía, por curiosidad, por deseo, por fantasía e ilusiones.
Este corazón esta sacándose el blindaje de a poco, un pequeño rayo que me atravesó en abril del 2014 hizo que me detuviera, que pensara un momento en este fervor inocuo de como vivo la vida.
Siempre conocí de eso que estuvo cerca, de eso que transgeneracionalmente uno siempre lleva pero es mas fácil decir que es ajeno: la pobreza, la desesperanza, la miseria, el hastío...
No necesariamente de lo económico, pues si lo pienso, de eso hay en todos lados.
Y siempre he vivido con esa otra vida a cuestas, con ese insistente cumulo de recuerdos que llevo sin haberlos vivido. Siempre anteponiendome a lo que ocurre y siempre acertando en la respuesta.
Quizás pueda ser un punto a favor para quien lo entienda, para mi no...
Quizás perder esa mágica e inocente forma de ver la vida -y no se en que momento fue- me ha hecho ser mas maldita de lo que quisiera; y me refiero a esa oscuridad constante que llevo a cuestas.
Muy a raya la cordura, muy limitada en el funcionamiento...
Algo de eso sale a la luz, pero vive, vive hoy algo que siempre estuvo.
No se que es la felicidad, pero lo que si se es que hoy me siento libre, sin atadura, sonrío mas de la cuenta... Alguien acompaña mi normalidad ( no, no es esa que todos creen) y vivo en paz.
Todo este torbellino que implica quererlo lo asumo con esa angustia que me cala los huesos, con ansiedad de verte.
Pero las palabras nos han atado para liberarnos...
Me desafías constantemente a mostrar la fortaleza, esa que requiere calma y agilidad.
Te desafío a la certeza que el presente es lo que vale y el futuro  no sabemos, a vivir esto a diario, con nuestros tiempo que son eternos en un segundo y que se deshacen con cada minuto.

Ya son dos años y es como si te conociera desde siempre, dos años que parecen eternidad.
Nadie entiende como vivimos esto, nadie nunca lo comprenderá ¡ y que importa!

Pero me desafías a la familia, me desafías a un amor que tiene conflictos en mi cabeza.
Una familia resulta un salto perturbador y fantasioso que no me siento preparada para llevar.
y no se trata de la edad, no se trata de mi desarrollo ni del tiempo ni las etapas de vida.... nada de esas cosas morales que circundan estas decisiones.
Se trata de mi propio nudo, un nudo que no he podido desatar.
Un hijo es una nebulosa, no crecí con el sueño de las muñecas, no jugué a ser la mama.
Yo jugué con autos, con camiones, me escondía y golpeaba a los niños, jugué basquetbol y fue mi vida.
Quizás por eso no pude jugar a lo que las niñas de mi edad, porque ese rol no estuvo en mi.

Una niña que no tiño de aprendizajes femeninos su infancia, una niña que siempre tuvo un impulso destructivo hacia su figura de mujer, una ambigüedad y resistencia que no comprendí jamas.
Nada de eso viene dado y lo pienso, lo pienso por ti, por mi... por seguir caminando juntos y se que ese momento debe llegar.
Ese rol sera un desafío obsesivo por jugarlo bien.

Me pones a prueba y sera que jamas me había cuestionado la posibilidad de solo pensarlo, hacerlo posibilidad.
Quisiera ver a alguien con esa misma chispa, alegría e inteligencia corriendo y abrazando a su papa... pero con un medio distinto que le permita  oportunidades.

Nunca había sido posibilidad y aquí estas tu... moviéndome la parte mas difícil, enfrentándome con mi mayor miedo.